sábado, 30 de julio de 2011

Nuevos caminos

El Prof. Jesús Martín Barbero en su texto  “Una agenda de país en comunicación” del libro  “Entre saberes desechables y saberes indispensables”, nos abre un poco los ojos de cómo está Colombia, cómo era y hacia dónde se encamina, un texto necesario para cualquier persona no importa qué profesión estudie o ejerza.
La pregunta que debemos hacernos, antes de criticar la situación actual de Colombia, es ¿Somos realmente Colombianos?, ¿Queremos, de forma genuina, lo mejor para nuestro país? Creo que hay muchos colombianos de nacimiento, pero no de corazón. Pienso que la gente habla, pero no razona y que la verborrea los ataca constantemente. Aquellos que tienen fraude de servicios, que compran votos, que no pagan impuestos, que explotan niños, que siembran minas y que le roban a su propio gobierno, no deberían autoproclamarse colombianos. Porque ser realmente colombiano, es amar a su patria y eso incluye lo contrario a todas las anteriores. Ser colombiano representa hacer el bien por su comunidad y no enriquecerse a costa de la confianza de los demás, es no derramar tu propia sangre, y en definitivas, no enseñarle a las próximas generaciones cómo llegar a la cima del éxito habiendo pisoteado millones de personas.
Es una competencia absurda, ¿Quién tiene más dinero?, ¿Quién tiene más poder? Cuando deberíamos preocuparnos día a día qué puedo aportar a mi país para que acabe la corrupción, la guerra, la pobreza. Muchos se quejan de los noticieros que muestran una realidad que está tan cerca a nosotros. Inundaciones, droga, asesinatos, explotación infantil, FARC, ELN, AUTODEFENSAS, y una infinidad de temas que tenemos en el disco duro y ya no nos sorprenden. Ya no nos sorprende que esto ocurra en nuestro país, pero sí en otros. 9/11, trenes de Madrid, atentados en Noruega, nos impresiona y decimos “qué horror, ¿cómo pudo pasar eso?” sin darnos cuenta que tenemos a otros países en pedestales cuando ese lugar le debería pertenecer a tu propia patria. De lo que en realidad debemos quejarnos es el no hacer algo por los nuestros, por lo propio, a lo que pertenecemos. Tal vez no veamos el resultado de manera inmediata, pero sé, que si vendrán, todo depende de cuán rápido reaccionemos y pensemos con nuestra patria en el corazón.

J.B. Thompson en su libro “Los media y la modernidad, una teoría de los medios de comunicación” más específicamente en el primer capítulo “Comunicación y contexto social” nos enseña con toda naturalidad el arte de comunicar. No podemos odiar los medios de comunicación, ellos nos transportan a los escenarios (agenda de país) que no tenemos al alcance, ellos nos muestran la realidad de las clases más bajas/altas, nuestra cultura, nuestra unión y a fin de cuentas, somos nosotros los que recibimos esta información y nos formamos la manera de pensar. Así que todo lo que un día dijiste, pensaste, soñaste y odiaste, viene de los medios de comunicación que estaban al alcance de tu mano.

A continuación anexo dos enlaces que fueron la inspiración para este escrito.
Una gran cantidad de personas opinan que Colombia y el mundo van de mal en peor, pero ¿Qué puedes hacer tú para poner un granito de arena y encaminarnos a la prosperidad?
http://www.youtube.com/watch?v=vpIRMeX4cgA

El libro "¿Dónde está la franja amarilla?" del escritor colombiano William Ospina nos muestra una realidad que queremos tapar con las manos, el segundo capítulo, "Colombia, el Proyecto Nacional y la Franja Amarilla" fue el impulso que necesitaba para escribir esto.
http://revistanumero.com/9franja.htm